Trivialidades (APP 3/3)

Hace dos días tengo ventilador en casa, duermo, sin calor pero a la mañana la garganta me arde.

Es un ventilador de techo que no me animaba a instalar pese a extrañar la brisa refrescante de mi antiguo ventilador declarado definitivamente muerto por el señor que arregla electrodomésticos en mi barrio.
Te sale más barato comprar uno nuevo que arreglarlo, me dijo. Pero yo no me animé a explicarle las cuestiones, las nostalgias, los recuerdos, de las noches oscuras en que el zumbido del ventilador, ahora muerto, me acunaba en mi solitario cuartito tapando los ruidos de la calle o del infierno, o del fantasma del vecino que arrastra cadenas por la pared para no dejarme dormir como quiero. No me animé a contarle al electricista (hombre sencillo que mate en mano me miraba por sobre los anteojos al darme la cruel noticia) acerca de las noches que el viento (artificial) del aparato seco los cuerpos sudados por el sexo. Tampoco me animé a confesarle que sus ráfagas a veces servian tambien para secar llantos.

El ventilador nuevo es un mamotreto de chapa que cuelga del techo y hace ruido de helicoptero cabeza abajo. Es una licuadora pendiendo sobre mi cabeza, sobre mi cama, es una amenaza girando sobre un yo indefenso, dormido, resignado a la posibilidad de morir en fetas en pleno sueño, en plena noche bajo sus paletas blancas filosas.

Duermo fresco, pero con la sensación de no despertar a la mañana siguiente, hago el amor con las ganas de una despedida, y despierto junto a ella con la alegría de un reencuentro inesperado.

Pero todo esto son trivialidades, sépalo amiga, son solo trivialidades.
Carlos Autieri (APP 3/3)

1 comentario:

Anónimo dijo...

querido amigo...sabe usted mejor que yo cuanta nostalgia han causado estas y demas lineas compartidas...mi alma y yo anhelamos un reencuentro...