Sin Titul-5 (APP 3/3)


Tenía las dos manos sobre mí. La luz del sol se reflejaba en sus anteojos y la arena tibia inundaba mi oído. Maldita la hora. Sus labios en mi boca, su lengua en mi garganta, mi paladar, mis dientes, era demasiado injusto, ahora clavaba sus uñas en mi pecho y sus garras se llevaban pedazos de mi piel.
Maldito juego repetido. Su cara, goteando sudor sobre la mía; gemía. Casi todo empezaba a perderse, pronto vendría el mareo, el vértigo, el veneno del orgasmo y la muerte.
Era demasiado injusto.
Carlos Autieri (APP 3/3)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tá bueno!

Anónimo dijo...

Carlitos nos dice: lo terrible es TENER que acabar(y nosotros asentimos con tristeza y placer)