Dos horas estuvo así: variaba su interés entre el partido del barcelona, la serie Kung Fu y un documental sobre Franco, a veces ponía la Mtv, pero la música de ahora le parece una mierda. El perro se levantó y salió a ladrar al sodero.
Se hizo un té. Lo tomó bastante rápido mojando los polvorones en el líquido marrón. El último trago de té era una sustancia pegajosa y densa, la tragó con asco. Ante una imagen del papa muerto se persignó.
Esa noche se hizo un caldo de gallina y le hechó un frasco de veneno para hormigas, pero no se animó, se lo tomó el perro.
Carlos Autieri APP 3/3
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