Recordando rulemanes con membrillo,
solo algunas pretenciones destacadas;
va surcando sin fanal la vida,
con la verga al hombro refilada.
Encontrando entre remiendos los pesciolos
de preciosos mares presumidos,
con los dedos ralos ralecidos,
la camisa al viento descorchada;
Por la verga al hombro y malerida,
la bendita mierda regalada;
va cambiando sola la madrina;
madriguera triste y quebrajeada.
El insulto fataliza la cosecha,
la niñera muerta abandonada,
la botella rota y un ungüento
que la deja solamente embarazada.
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